¿Cuánto tiempo crees que podré bailar sobre tu mano sin echarme a perder? Nunca olvides que al final el siervo será el amo si persiste en ver que la misma luz que me ciega, guiará cada uno de mis pasos, será entonces cuando tú me echarás de menos tanto, tanto, tanto.. Porque puedo ser romántica y puedo ser una cínica, puedo ser auténtica y ser la más ridícula. Nadie me impondrá etiquetas para anclar mi vida a un guión de papel, nadie me dirá que jamás alcanzaré la cima que yo quiero ascender. Es mi voluntad la que me ha empujado cada vez que he doblado las rodillas, la que nunca deja de creer.